Exmillonarios - Se sacaron la lotería... pero hoy están en quiebra.

Jack Whittaker se embolsó 315 millones de dólares el 25 de diciembre de 2002 en la lotería de Virginia del Oeste (EE.UU.). Poco después, fue arrestado por conducir en estado de ebriedad. Más tarde, unos ladrones irrumpieron en su automóvil y le robaron un maletín con medio millón de dólares. Un año después de haber ganado, Whittaker fue arrestado por amenazar de muerte a un cantinero. A los pocos meses, su nieta Brandi Bragg, de 17 años, fue encontrada muerta en su casa, aparentemente por una sobredosis de drogas. En julio de 2009, la propia hija de Whittaker, Ginger, fue encontrada muerta, sin que aún se esclarezca la causa.

Callie Rogers ganó 1,9 millones de libras (unos US$ 3 millones en el momento) en la lotería del Reino Unido. A sus 16 años, gastó sus ganancias en vacaciones, casas, centros comerciales, amigos, e incluso un par de mejoras de sus senos. Seis años más tarde, Rogers se convirtió en madre soltera con dos niños. Ella ahora trabaja como empleada doméstica para sostenerse a sí misma y a su familia y está pagando la deuda inducida por sus gastos. Mi vida es un desastre y espero que ahora pueda encontrar algo de felicidad. Me ha traído nada más que tristeza. Se ha arruinado mi vida", señala en alusión a la fortuna que ganó.

Cuando William Bud Post ganó US$ 16.2 millones en la lotería del 1988, una de las primeras cosas que hizo fue tratar de complacer a su familia. Por desgracia, su familia era de la especie hostil. El hermano de Post contrató a un sicario para matarlo, con la esperanza de heredar algo de dinero. Otros miembros de la familia lo convencieron para invertir en dos empresas que finalmente fracasaron. Después su exnovia lo demandó por parte de las ganancias. Post se fue a la cárcel por dispararle con una pistola a un cobrador. Con el tiempo, acumuló tanta deuda que tuvo que declararse en quiebra. En la actualidad se basa en la Seguridad Social para obtener ingresos. Las loterías no significan nada para mí, confiesa después de haber perdido todo su dinero.

Michael Carroll ganó 11 millones de euros en 2002 cuando sólo tenía 19 años. Creyó oportuno comprarse cuatro casas en Reino Unido, una en España para ir de vacaciones, dos BMW, dos Mercedes y unas cuantas acciones del Glasgow Rangers. Cometió unos cuantos delitos menores, entre los que destaca la posesión de cocaína. Al final, en 2006, fue condenado a nueve meses de cárcel después de que amenazara a dos jóvenes con un bate de béisbol. En la actualidad no le queda ni un solo euro.

El galés Lucas Pittard ganó 1,3 millones de euros en la lotería del Reino Unido en el 2006. Destinó una parte de su premio a unas vacaciones en Las Canarias, una boda, y una nueva casa. Después de tan sólo 18 meses Pittard se sentía aburrido. La jubilación anticipada no le convenía. Así que regresó a su puesto de trabajo anterior en McDonalds. Volver entre las hamburguesas lo hizo más feliz, a pesar de que las ganancias le dan mucho más que el salario en el restaurante. Aunque Pittard no perdió todas sus ganancias, su opción única de volver a su antiguo empleo, luego de ganarse la lotería, lo colocó en esta lista.

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