En Inglaterra, un niño de siete años se llevó la decepción de su vida luego de que lo complacieran con comprarle una orden de pollo de Kentucky Fried Chicken.
El niño Oliver Hallam tuvo un mal sabor de boca luego de morder una de las piezas de pollo de la famosa franquicia, ya que en lugar una crujiente carne se encontró un papel toalla de color azul cubierto de harina.
Según el diario Daily Mail, el niño mordió el pedazo de pollo y la masa que lo cubría se separó. Al sacarlo de su boca, se podía ver el papel azul enrollado.
Como era obvio, la madrastra del pequeño reclamó por el gran “error” del restaurante, que explicó que "el papel azul probablemente era parte del rollo de papel que KFC usa para propósitos de higiene", pero que por descuido pudo haber caído en la freidora.
Henderson recibió una disculpa de parte del restaurante, así como el reembolso de su compra.
Agencias
El niño Oliver Hallam tuvo un mal sabor de boca luego de morder una de las piezas de pollo de la famosa franquicia, ya que en lugar una crujiente carne se encontró un papel toalla de color azul cubierto de harina.
Según el diario Daily Mail, el niño mordió el pedazo de pollo y la masa que lo cubría se separó. Al sacarlo de su boca, se podía ver el papel azul enrollado.
Como era obvio, la madrastra del pequeño reclamó por el gran “error” del restaurante, que explicó que "el papel azul probablemente era parte del rollo de papel que KFC usa para propósitos de higiene", pero que por descuido pudo haber caído en la freidora.
Henderson recibió una disculpa de parte del restaurante, así como el reembolso de su compra.
Agencias
0 comentarios:
Publicar un comentario