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domingo, 6 de octubre de 2013

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6/10/2013 2:23:24



alskj



Mensaje primero de la coordinadora de las sombras.



Otro,Noticias,http://noticiasdelarebelion.info/?p=1387,



"El individuo con la capucha en la cabeza no representa al pueblo, no

significa que un grupo de iluminados nos salvará. Jamás se escribirá sobre

"ellos" en los libros de historia. "Ellos" no son "ellos", ellos son

nosotros, sacando el instinto iracundo en contra de la razón del capital…."

Lienzo anónimo. Chile 2009



"No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos

peligrosos. No nos hacemos ilusiones que van a tomar todo esto en cuenta.

Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira. Adiós. Nos van a

ver desde sus sofás en sus televisiones. 'Historia ahí vamos. Mira arriba,

hacia el cielo'". "Nosotros destruimos la paz social que están construyendo

día y noche, lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se

callen […] No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad."

Jóvenes sublevados. Grecia, invierno 2008



A la juventud que combate.

A los colectivos e individuos cansados de la pantomima reformista y

conciliadora.

A los rebeldes que resisten la ofensiva del estado empresarial

mexicano y de las izquierdas cómplices.

A los oídos receptivos.



Aires de rebelión se han desatado en fechas recientes por las calles de las

grandes urbes de los territorios administrados por el E$tado mexicano. Los

vientos nuevos traen consigo, -revitalizadas- las practicas e ideas de la

rebelión, son soplos por ahora pasajeros que prevén la extensión de

nuestros anhelos, el arribo de los gélidos cataclismos revolucionarios.

Nosotros, quienes como muchos ansiamos la caída de la mega estructura,

hemos visto con ojos alegres a las bandadas de insurgentes que armados con

sus cuerpos, sus pasiones y su ingenio artesanal, han asediado la

estabilidad de los cimientos del modelo. Somos parte de ellos y de ellas, y

ahora nos toca defender nuestras ideas. Esta no es esta la primavera

mexicana, es el invierno subversivo, que aquí como en el resto el mundo,

joven, testarudo y encapuchado, ha llegado para quedarse.



Nos toca hablar.



No nos representa la CNTE, tampoco MORENA y su deschavetado líder, no nos

representan los grandes congresos del "movimiento social" donde los

oradores hablan de todos menos de la lucha real, no nos representa el 132,

ni las tribunas de estudiantes amaestrados. No reconocemos representantes,

no somos el partido que busca aglutinar el descontento bajo el manto de sus

consignas ("históricas", "incendiarias" o "innovadoras"), lo han dicho

otros compas, no somos de ningún partido, por qué ningún partido puede

encarar nuestra meta final. Somos hijos de las márgenes, lo que crecimos

entre comida enlatada y cancerígena, en casas asfixiantes y carentes, entre

publicidad saturada de imágenes y de mentiras, y rodeados de valores

opresivos y degradantes. Somos de los millones de las cifras escandalosas,

somos de los llamados "ninis", también de esos millones que estudian y no

encuentran trabajo, o que trabajan/estudian mientras se llenan los

bolsillos de migajas, frustraciones y rencores. A nosotros la "alta"

cultura no nos llega, nos crió la cultura de masas, a pesar de ello –hoy-

nuestros referentes son la solidaridad directa y la acción sin

intermediarios. Somos datos duros en las cifras, somos nombres pequeños en

la nota roja, somos esos que solo han empezado a existir cuando taparon su

rostro y escupieron su odio. Somos orgullos por reconocernos como la punta

de lanza de la nueva subversión planetaria No queremos saber ya nada de sus

enredadas estructuras, y nuestra guerra parte de violentar los valores que

sustentan sus laberintos simbólicos.



No haremos más análisis llenos de aburridos datos de por que el sistema nos

roba. No hay mucha necesidad en desentrañar la reforma educativa,

energética o de hacienda, no somos estadistas. El estado-gobierno es un

órgano de control, nacido por la necesidad de oprimir a los ya oprimidos;

todas sus reformas, todos sus cambios, sus mejoras o sus revoluciones, no

nos incuben, pertenecen a sus lógicas, inadmisibles para los que deseamos

un mundo sin tiranos. El estado-gobierno es parte fundamental de este

modelo de vida que genera las frustraciones, los odios, y las conciencias,

esas mismas, que apuntan (deberían apuntar) hacia su destrucción. Es el

modelo el que nos roba la vida, esta desnaturalizada vida en la que nos han

dicho que hacer, que no hacer, directa o indirectamente desde que nacemos.

Nosotros no podemos decidir a pesar de que la estructura se levanta sobre

nuestros hombros y gira a costa de nuestros brazos. El estado, el modo de

organización económica, y la sociedad que engendran estos, nos han dictado

todo, nos han planificado como morir. Han decidido todo, ahora no nos dirán

como o contra que revelarnos.



La revuelta necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos,

reflexiones y blasfemias, venenos, puñales e incendios. El único problema

interesante es cómo mezclarlos.

Ai Ferri Corti Panfleto insurreccionalista.



Partimos del decir no, no queremos ser ciudadanos con un rol establecido.

No queremos ser manifestantes, con una ruta delimitada (amigable y

testarudamente inofensiva). No queremos ser mercancías de carne y hueso que

viven para producir y consumir en un ciclo absurdo y criminal. Queremos

rebelarnos y en la rebelión negar su mundo y todas las artimañas que ocupa

este para readaptarnos; las lógicas de la negociación, la conciliación y la

asimilación. Buscamos confrontar todas las aristas de la dominación: la

nación, el machismo, la religión, toda esa mierda que quiere que seamos su

servidumbre. Apuntamos a que los impulsos de revuelta se extienda en

nuestras existencias y en las de otros. La revuelta no se cierra a los

momentos en los que escandalizamos y atrofiamos ciertos puntos de la

ciudad; cuando pintamos, gritamos, corremos, destruimos o intervenimos,

aunque la potencia lúdica, estética y creativa alcanza en estos hechos un

punto muy importante. La revuelta no solo es estridente, la revuelta está

en todo gesto o acto que niegue y trate de edificar una realidad diferente.

Nuestro llamado es a los y las compas a que extiendan la palabra y la

acción, la pelea no solo es factible entre grandes grupos de compañeros,

podemos desatar la revuelta directa en otros espacios, con pocos recursos,

con pocos compas, incluso solos. Para ello solo hace falta convicción y

cierta planeación. Recuperar nuestras vidas se vuelve una praxis cotidiana.

Como ejemplo, las recuperaciones (expoliciones, "robo") son una herramienta

que podemos usar, tanto en el sentido de autorrealización y para cubrir

necesidades propias, como también para distribuir los recuperado entre los

oprimidos y realizar así una acción de agitación. La revuelta también

necesita de palabras, ritmo, infraestructura y sabor.



El espectáculo a querido hacernos ver temibles, nosotros sabemos que

somos peores.

Mentenguerra Rapero de España.



Gente imbécil detrás de micrófonos y de plumas "públicas" trata de

difamarnos con adjetivos cuyos significados los muy idiotas desconocen:

vándalos, anarquistas, infiltrados, provocadores, violentistas. Somos

vándalos por que no reprimimos nuestros impulsos destructores, más que

necesarios para agrietar la maquinaria social. Solo con la violencia

rebelde (consciente) se rompe la ilusión de estabilidad que nos quiere

vender el sistema. ¡El antagonismo existe! ¡Los poderosos y sus esbirros no

son ni podrán ser nuestros iguales! ¡No merecen ningún respeto! Somos

anarquistas en el sentido de que desconocemos a sus autoridades y ponemos

nuestra confianza en las capacidades de las individualidades para

auto-organizarse (en nuestras propias capacidades), no nos digan que esto

no es imposible, en comunidades autóctonas de muchos rincones del mundo

(incluyendo México) hay practicas de autonomía y organización horizontal, y

en expresiones varias de rebeldes a lo largo de la historia, hemos visto

experiencias de organización (no perfectas, pero reales) entre hombres

libres e iguales. Somos infiltrados por que nos colamos en los espacios

donde podemos desenvolver nuestra practica subversiva, en estos puntos

buscamos reconocernos en las diferentes expresiones de inconformidad, aún

cuando estas manejen discursos asimilables para el sistema, ya que en estos

movimientos encontramos a compas que dejan o dejarán (después de conocer la

lucha callejera) atrás la miseria del reformismo para asumir una postura

revolucionaria, muchos de los nuestros pasaron por este proceso, y de ello

no nos avergonzamos. Ante esto hacemos un señalamiento, nacido de las

experiencias recientes. Habrá que ser inteligentes en este sentido,

nosotros no representamos ningún movimiento vertical, ni las siglas o los

postulados de organización de masas como los sindicatos, por lo que actuar

dentro de sus movilizaciones implica un alto riesgo, estos grupos ya han

actuado en contra de nuestros compas. ¿Por qué tener que ir a buscar a

nuestros afines a protestas plagadas de ciudadanos-policías? Mejor será

crear espacios en los que estos compas se nos sumen. No descartamos que

habrá momentos en los que valdrá la pena sumarnos a las movilizaciones

reformistas, como en escenarios de crisis, pero será mejor esperar a que

estás las generen ellos mismos (cosa probable) y no botar la primera piedra

nosotros, ya que en esos casos atentarían –como yo lo han hecho- contra los

nuestros. Y por todo lo dicho sí, somos provocadores, queremos provocar el

corto circuito de las relaciones sociales imperantes y difundir y extender

miles de cortos.



Nuestra lucha debe trabajar en su seguridad ¿Queremos volver a ser

encapsulados por miles de mierdas uniformadas? ¿Queremos tener que andar

viendo por la libertad de los compas después de cada protesta? Será

necesario tomar en serio nuestra actividad en lucha callejera, a lo largo

del planeta se han establecido pequeñas pero efectivas medidas de seguridad

para los compas que luchan. El camuflaje es parte imprescindible de nuestra

labor, es necesario tomarse enserio el uso de la capucha la cuál tiene que

estar herméticamente cerrada, el uso de ropa que evite la identificación de

la policía tiene que darse sobre todo el cuerpo, desde los zapatos (no

usarlos muy llamativos, o cubrirlos con medias, bolsas o cinta adhesiva)

hasta los ojos (utilizar gafas o capuchas que no los muestren), el uso de

prendas de ropa varias para despistar a los policías ha dado muy buenos

resultados, habrá que llevar más de una. En el sentido de la seguridad no

hay medidas de más, es preferible exagerar en la prevención, que luego,

tener que enfrentar juicios y tramites legales. En el internet existen

manuales varios, donde se dan recomendaciones precisas de cómo evitar la

represión policial en la calle, también en los sitios virtuales (aquí

valdría hacer un llamado a los compas para extremar la prudencia y no

delatar sus actividades a través de las redes sociales; etiquetarse en

fotos con capucha se ha vuelto medio de prueba para la represión policial).



Somos la famosa

parábola de Heráclito el Oscuro.

Somos el agua, no el diamante duro,

la que se pierde, no la que reposa.

Jorge Luis Borges



La fuerza de nuestra revuelta radica en que no somos un cuerpo sólido.

Somos miles de pequeñas hidras invisibles y resbaladizas. No pueden

cortarnos la cabeza porque no tenemos una, somos millones de cabezas en ida

y venida. La fuerza de nuestra lucha no crecerá por el robustecimiento de

estructuras sólidas, no se aumentará mientras más adeptos tengamos en

nuestras "filas", tenemos que desechar esa ilusión que puede ser muy

perjudicial para la subversión, no queremos que nuestros compas se suban a

nuestro barco, queremos miles de lanchas en muchas direcciones, que puedan

atacar, cuando así lo convengan, en conjunto. Nuestra fuerza crecerá en la

medida en que nuestros grupos, colectivos, núcleos, proyectos se vuelvan

más agresivos y conscientes. La informalidad nos ofrece además, seguridad,

ante eventuales golpes represivos. A diferencia de las estructuras

verticales que son erradicadas con un golpe a su estructura, las redes de

células pueden ser mermabas, pero siempre habrá quienes puedan continuar el

camino. La cuestión según vemos, es fortalecer nuestras trincheras, no

esperar a que otros (muchos) vengan a fortaleceremos.



Al buscar lo imposible el hombre siempre ha realizado y reconocido lo

posible. Y aquellos que sabiamente se han limitado a lo que creían

posible, jamás han dado un solo paso adelante

M. Bakunin



Antes de que los merolicos ciudadanos-mediatizados inicien con sentencias

absurdas que nos sabemos de memoria "si tanto odian al sistema por que usan

internet", "si tanto odian el sistema váyanse a cuba" "pónganse a trabajar

huevones sin quehacer" les recordamos que acatando las normas y reglas de

lo establecido nunca se ha llegado a nada. Nosotros tomamos posición,

entendiendo que estamos del lado minoritario y vulnerable. Nos levanta

nuestra dignidad y la belleza propia de nuestra ideas, que a diferencia de

las suyas (sus ideas), nosotros si tratamos de concretar en la acción.

Somos responsables de nuestra postura, nosotros no somos de los que hablan

de represión policial, somos conscientes de que nosotros tratamos con

desprecio a los líderes y a sus cobardes servidores, así que no esperemos

trato diferente de su parte. Tomamos posición en esta guerra a diferencia

de ustedes, que se ocultan detrás del manto democrático de la diversidad, y

el respeto a la pluralidad. Nosotros no queremos dialogar, ya estamos

hartos de eso, nuestra palabra la botamos al cielo, como botamos las

piedras y el fuego. A quien le toque le tocó. Estamos aquí porque nos

cansamos de ser víctimas.



Hacen falta más palabras, que defiendan la lucha callejera, que

reivindiquen la necesidad del conflicto, que narren la práctica que con

pasión y alegría venimos construyendo, las capuchas se siguen levantando,

vamos a ser más y mejores, para eso habrá que saber hablar y dialogar.

Invitamos a los compas a que sumen sus palabras. Los invitamos sobre todo a

que sean ingeniosos y activos. SOMOS MUCHOS, MÁS DE LOS QUE TODOS CREEN.



A usted buen –joven, señor- ciudadano que quiere saber quién es el

encapuchado, no pregunte quienes somos, los encapuchados nunca lo

revelaremos, nos importa una mierda su mundillo de rostros y de fama. Pero

fíjese en los chicos "normales" en la parada del camión, parece que esperan

el autobús de ruta, mire con atención al compañero callado del pupitre de

alado, a la chica cortes del escritorio de enfrente, al amable empleado del

restaurant.



Puede ser que donde antes solían recoger y descargar humanos-mercancía unos

muchachos levanten una barricada, que el pupitre y el escritorio sirvan

como su leña, o que usted sin saberlo (lejos de ahí) coma la sopa donde

nosotros escupimos.



El espectáculo ha muerto. No nos dejaron soñar, ahora no los dejaremos

dormir. Se acabó la paz. Ahora el mundo nos pertenece. Ni de izquierda ni

de derecha ¡Somos los de abajo y vamos por los de arriba!



¡Capuchas al grito de guerra!

¡Este 2 de octubre no prenderemos velas, prenderemos barricadas!



México, finales de Septiembre. Desde la cloaca de alguna urbe.



Coordinadora de las sombras



Posdata: Un fuerte abrazo para los y las hermanas de los bloques negros y

de las trincheras encapuchadas de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, EUA,

España, Inglaterra, Turquía, Egipto, Canadá, Indonesia, Rusia, Italia,

Ucrania, Francia y del resto del mundo. ¡Todos vándalos, todos

provocadores, todos irreductibles! Solidaridad con la resistencia de los

antifascistas y revolucionarios griegos ¡Pavlos Fyssas presente!





Otro,Noticias,http://noticiasdelarebelion.info/?p=1387,



"El individuo con la capucha en la cabeza no representa al pueblo, no

significa que un grupo de iluminados nos salvará. Jamás se escribirá sobre

"ellos" en los libros de historia. "Ellos" no son "ellos", ellos son

nosotros, sacando el instinto iracundo en contra de la razón del capital…."

Lienzo anónimo. Chile 2009



"No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos

peligrosos. No nos hacemos ilusiones que van a tomar todo esto en cuenta.

Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira. Adiós. Nos van a

ver desde sus sofás en sus televisiones. 'Historia ahí vamos. Mira arriba,

hacia el cielo'". "Nosotros destruimos la paz social que están construyendo

día y noche, lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se

callen […] No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad."

Jóvenes sublevados. Grecia, invierno 2008



A la juventud que combate.

A los colectivos e individuos cansados de la pantomima reformista y

conciliadora.

A los rebeldes que resisten la ofensiva del estado empresarial

mexicano y de las izquierdas cómplices.

A los oídos receptivos.



Aires de rebelión se han desatado en fechas recientes por las calles de las

grandes urbes de los territorios administrados por el E$tado mexicano. Los

vientos nuevos traen consigo, -revitalizadas- las practicas e ideas de la

rebelión, son soplos por ahora pasajeros que prevén la extensión de

nuestros anhelos, el arribo de los gélidos cataclismos revolucionarios.

Nosotros, quienes como muchos ansiamos la caída de la mega estructura,

hemos visto con ojos alegres a las bandadas de insurgentes que armados con

sus cuerpos, sus pasiones y su ingenio artesanal, han asediado la

estabilidad de los cimientos del modelo. Somos parte de ellos y de ellas, y

ahora nos toca defender nuestras ideas. Esta no es esta la primavera

mexicana, es el invierno subversivo, que aquí como en el resto el mundo,

joven, testarudo y encapuchado, ha llegado para quedarse.



Nos toca hablar.



No nos representa la CNTE, tampoco MORENA y su deschavetado líder, no nos

representan los grandes congresos del "movimiento social" donde los

oradores hablan de todos menos de la lucha real, no nos representa el 132,

ni las tribunas de estudiantes amaestrados. No reconocemos representantes,

no somos el partido que busca aglutinar el descontento bajo el manto de sus

consignas ("históricas", "incendiarias" o "innovadoras"), lo han dicho

otros compas, no somos de ningún partido, por qué ningún partido puede

encarar nuestra meta final. Somos hijos de las márgenes, lo que crecimos

entre comida enlatada y cancerígena, en casas asfixiantes y carentes, entre

publicidad saturada de imágenes y de mentiras, y rodeados de valores

opresivos y degradantes. Somos de los millones de las cifras escandalosas,

somos de los llamados "ninis", también de esos millones que estudian y no

encuentran trabajo, o que trabajan/estudian mientras se llenan los

bolsillos de migajas, frustraciones y rencores. A nosotros la "alta"

cultura no nos llega, nos crió la cultura de masas, a pesar de ello –hoy-

nuestros referentes son la solidaridad directa y la acción sin

intermediarios. Somos datos duros en las cifras, somos nombres pequeños en

la nota roja, somos esos que solo han empezado a existir cuando taparon su

rostro y escupieron su odio. Somos orgullos por reconocernos como la punta

de lanza de la nueva subversión planetaria No queremos saber ya nada de sus

enredadas estructuras, y nuestra guerra parte de violentar los valores que

sustentan sus laberintos simbólicos.



No haremos más análisis llenos de aburridos datos de por que el sistema nos

roba. No hay mucha necesidad en desentrañar la reforma educativa,

energética o de hacienda, no somos estadistas. El estado-gobierno es un

órgano de control, nacido por la necesidad de oprimir a los ya oprimidos;

todas sus reformas, todos sus cambios, sus mejoras o sus revoluciones, no

nos incuben, pertenecen a sus lógicas, inadmisibles para los que deseamos

un mundo sin tiranos. El estado-gobierno es parte fundamental de este

modelo de vida que genera las frustraciones, los odios, y las conciencias,

esas mismas, que apuntan (deberían apuntar) hacia su destrucción. Es el

modelo el que nos roba la vida, esta desnaturalizada vida en la que nos han

dicho que hacer, que no hacer, directa o indirectamente desde que nacemos.

Nosotros no podemos decidir a pesar de que la estructura se levanta sobre

nuestros hombros y gira a costa de nuestros brazos. El estado, el modo de

organización económica, y la sociedad que engendran estos, nos han dictado

todo, nos han planificado como morir. Han decidido todo, ahora no nos dirán

como o contra que revelarnos.



La revuelta necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos,

reflexiones y blasfemias, venenos, puñales e incendios. El único problema

interesante es cómo mezclarlos.

Ai Ferri Corti Panfleto insurreccionalista.



Partimos del decir no, no queremos ser ciudadanos con un rol establecido.

No queremos ser manifestantes, con una ruta delimitada (amigable y

testarudamente inofensiva). No queremos ser mercancías de carne y hueso que

viven para producir y consumir en un ciclo absurdo y criminal. Queremos

rebelarnos y en la rebelión negar su mundo y todas las artimañas que ocupa

este para readaptarnos; las lógicas de la negociación, la conciliación y la

asimilación. Buscamos confrontar todas las aristas de la dominación: la

nación, el machismo, la religión, toda esa mierda que quiere que seamos su

servidumbre. Apuntamos a que los impulsos de revuelta se extienda en

nuestras existencias y en las de otros. La revuelta no se cierra a los

momentos en los que escandalizamos y atrofiamos ciertos puntos de la

ciudad; cuando pintamos, gritamos, corremos, destruimos o intervenimos,

aunque la potencia lúdica, estética y creativa alcanza en estos hechos un

punto muy importante. La revuelta no solo es estridente, la revuelta está

en todo gesto o acto que niegue y trate de edificar una realidad diferente.

Nuestro llamado es a los y las compas a que extiendan la palabra y la

acción, la pelea no solo es factible entre grandes grupos de compañeros,

podemos desatar la revuelta directa en otros espacios, con pocos recursos,

con pocos compas, incluso solos. Para ello solo hace falta convicción y

cierta planeación. Recuperar nuestras vidas se vuelve una praxis cotidiana.

Como ejemplo, las recuperaciones (expoliciones, "robo") son una herramienta

que podemos usar, tanto en el sentido de autorrealización y para cubrir

necesidades propias, como también para distribuir los recuperado entre los

oprimidos y realizar así una acción de agitación. La revuelta también

necesita de palabras, ritmo, infraestructura y sabor.



El espectáculo a querido hacernos ver temibles, nosotros sabemos que

somos peores.

Mentenguerra Rapero de España.



Gente imbécil detrás de micrófonos y de plumas "públicas" trata de

difamarnos con adjetivos cuyos significados los muy idiotas desconocen:

vándalos, anarquistas, infiltrados, provocadores, violentistas. Somos

vándalos por que no reprimimos nuestros impulsos destructores, más que

necesarios para agrietar la maquinaria social. Solo con la violencia

rebelde (consciente) se rompe la ilusión de estabilidad que nos quiere

vender el sistema. ¡El antagonismo existe! ¡Los poderosos y sus esbirros no

son ni podrán ser nuestros iguales! ¡No merecen ningún respeto! Somos

anarquistas en el sentido de que desconocemos a sus autoridades y ponemos

nuestra confianza en las capacidades de las individualidades para

auto-organizarse (en nuestras propias capacidades), no nos digan que esto

no es imposible, en comunidades autóctonas de muchos rincones del mundo

(incluyendo México) hay practicas de autonomía y organización horizontal, y

en expresiones varias de rebeldes a lo largo de la historia, hemos visto

experiencias de organización (no perfectas, pero reales) entre hombres

libres e iguales. Somos infiltrados por que nos colamos en los espacios

donde podemos desenvolver nuestra practica subversiva, en estos puntos

buscamos reconocernos en las diferentes expresiones de inconformidad, aún

cuando estas manejen discursos asimilables para el sistema, ya que en estos

movimientos encontramos a compas que dejan o dejarán (después de conocer la

lucha callejera) atrás la miseria del reformismo para asumir una postura

revolucionaria, muchos de los nuestros pasaron por este proceso, y de ello

no nos avergonzamos. Ante esto hacemos un señalamiento, nacido de las

experiencias recientes. Habrá que ser inteligentes en este sentido,

nosotros no representamos ningún movimiento vertical, ni las siglas o los

postulados de organización de masas como los sindicatos, por lo que actuar

dentro de sus movilizaciones implica un alto riesgo, estos grupos ya han

actuado en contra de nuestros compas. ¿Por qué tener que ir a buscar a

nuestros afines a protestas plagadas de ciudadanos-policías? Mejor será

crear espacios en los que estos compas se nos sumen. No descartamos que

habrá momentos en los que valdrá la pena sumarnos a las movilizaciones

reformistas, como en escenarios de crisis, pero será mejor esperar a que

estás las generen ellos mismos (cosa probable) y no botar la primera piedra

nosotros, ya que en esos casos atentarían –como yo lo han hecho- contra los

nuestros. Y por todo lo dicho sí, somos provocadores, queremos provocar el

corto circuito de las relaciones sociales imperantes y difundir y extender

miles de cortos.



Nuestra lucha debe trabajar en su seguridad ¿Queremos volver a ser

encapsulados por miles de mierdas uniformadas? ¿Queremos tener que andar

viendo por la libertad de los compas después de cada protesta? Será

necesario tomar en serio nuestra actividad en lucha callejera, a lo largo

del planeta se han establecido pequeñas pero efectivas medidas de seguridad

para los compas que luchan. El camuflaje es parte imprescindible de nuestra

labor, es necesario tomarse enserio el uso de la capucha la cuál tiene que

estar herméticamente cerrada, el uso de ropa que evite la identificación de

la policía tiene que darse sobre todo el cuerpo, desde los zapatos (no

usarlos muy llamativos, o cubrirlos con medias, bolsas o cinta adhesiva)

hasta los ojos (utilizar gafas o capuchas que no los muestren), el uso de

prendas de ropa varias para despistar a los policías ha dado muy buenos

resultados, habrá que llevar más de una. En el sentido de la seguridad no

hay medidas de más, es preferible exagerar en la prevención, que luego,

tener que enfrentar juicios y tramites legales. En el internet existen

manuales varios, donde se dan recomendaciones precisas de cómo evitar la

represión policial en la calle, también en los sitios virtuales (aquí

valdría hacer un llamado a los compas para extremar la prudencia y no

delatar sus actividades a través de las redes sociales; etiquetarse en

fotos con capucha se ha vuelto medio de prueba para la represión policial).



Somos la famosa

parábola de Heráclito el Oscuro.

Somos el agua, no el diamante duro,

la que se pierde, no la que reposa.

Jorge Luis Borges



La fuerza de nuestra revuelta radica en que no somos un cuerpo sólido.

Somos miles de pequeñas hidras invisibles y resbaladizas. No pueden

cortarnos la cabeza porque no tenemos una, somos millones de cabezas en ida

y venida. La fuerza de nuestra lucha no crecerá por el robustecimiento de

estructuras sólidas, no se aumentará mientras más adeptos tengamos en

nuestras "filas", tenemos que desechar esa ilusión que puede ser muy

perjudicial para la subversión, no queremos que nuestros compas se suban a

nuestro barco, queremos miles de lanchas en muchas direcciones, que puedan

atacar, cuando así lo convengan, en conjunto. Nuestra fuerza crecerá en la

medida en que nuestros grupos, colectivos, núcleos, proyectos se vuelvan

más agresivos y conscientes. La informalidad nos ofrece además, seguridad,

ante eventuales golpes represivos. A diferencia de las estructuras

verticales que son erradicadas con un golpe a su estructura, las redes de

células pueden ser mermabas, pero siempre habrá quienes puedan continuar el

camino. La cuestión según vemos, es fortalecer nuestras trincheras, no

esperar a que otros (muchos) vengan a fortaleceremos.



Al buscar lo imposible el hombre siempre ha realizado y reconocido lo

posible. Y aquellos que sabiamente se han limitado a lo que creían

posible, jamás han dado un solo paso adelante

M. Bakunin



Antes de que los merolicos ciudadanos-mediatizados inicien con sentencias

absurdas que nos sabemos de memoria "si tanto odian al sistema por que usan

internet", "si tanto odian el sistema váyanse a cuba" "pónganse a trabajar

huevones sin quehacer" les recordamos que acatando las normas y reglas de

lo establecido nunca se ha llegado a nada. Nosotros tomamos posición,

entendiendo que estamos del lado minoritario y vulnerable. Nos levanta

nuestra dignidad y la belleza propia de nuestra ideas, que a diferencia de

las suyas (sus ideas), nosotros si tratamos de concretar en la acción.

Somos responsables de nuestra postura, nosotros no somos de los que hablan

de represión policial, somos conscientes de que nosotros tratamos con

desprecio a los líderes y a sus cobardes servidores, así que no esperemos

trato diferente de su parte. Tomamos posición en esta guerra a diferencia

de ustedes, que se ocultan detrás del manto democrático de la diversidad, y

el respeto a la pluralidad. Nosotros no queremos dialogar, ya estamos

hartos de eso, nuestra palabra la botamos al cielo, como botamos las

piedras y el fuego. A quien le toque le tocó. Estamos aquí porque nos

cansamos de ser víctimas.



Hacen falta más palabras, que defiendan la lucha callejera, que

reivindiquen la necesidad del conflicto, que narren la práctica que con

pasión y alegría venimos construyendo, las capuchas se siguen levantando,

vamos a ser más y mejores, para eso habrá que saber hablar y dialogar.

Invitamos a los compas a que sumen sus palabras. Los invitamos sobre todo a

que sean ingeniosos y activos. SOMOS MUCHOS, MÁS DE LOS QUE TODOS CREEN.



A usted buen –joven, señor- ciudadano que quiere saber quién es el

encapuchado, no pregunte quienes somos, los encapuchados nunca lo

revelaremos, nos importa una mierda su mundillo de rostros y de fama. Pero

fíjese en los chicos "normales" en la parada del camión, parece que esperan

el autobús de ruta, mire con atención al compañero callado del pupitre de

alado, a la chica cortes del escritorio de enfrente, al amable empleado del

restaurant.



Puede ser que donde antes solían recoger y descargar humanos-mercancía unos

muchachos levanten una barricada, que el pupitre y el escritorio sirvan

como su leña, o que usted sin saberlo (lejos de ahí) coma la sopa donde

nosotros escupimos.



El espectáculo ha muerto. No nos dejaron soñar, ahora no los dejaremos

dormir. Se acabó la paz. Ahora el mundo nos pertenece. Ni de izquierda ni

de derecha ¡Somos los de abajo y vamos por los de arriba!



¡Capuchas al grito de guerra!

¡Este 2 de octubre no prenderemos velas, prenderemos barricadas!



México, finales de Septiembre. Desde la cloaca de alguna urbe.



Coordinadora de las sombras



Posdata: Un fuerte abrazo para los y las hermanas de los bloques negros y

de las trincheras encapuchadas de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, EUA,

España, Inglaterra, Turquía, Egipto, Canadá, Indonesia, Rusia, Italia,

Ucrania, Francia y del resto del mundo. ¡Todos vándalos, todos

provocadores, todos irreductibles! Solidaridad con la resistencia de los

antifascistas y revolucionarios griegos ¡Pavlos Fyssas presente!





Otro,Noticias,http://noticiasdelarebelion.info/?p=1387,



"El individuo con la capucha en la cabeza no representa al pueblo, no

significa que un grupo de iluminados nos salvará. Jamás se escribirá sobre

"ellos" en los libros de historia. "Ellos" no son "ellos", ellos son

nosotros, sacando el instinto iracundo en contra de la razón del capital…."

Lienzo anónimo. Chile 2009



"No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos

peligrosos. No nos hacemos ilusiones que van a tomar todo esto en cuenta.

Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira. Adiós. Nos van a

ver desde sus sofás en sus televisiones. 'Historia ahí vamos. Mira arriba,

hacia el cielo'". "Nosotros destruimos la paz social que están construyendo

día y noche, lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se

callen […] No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad."

Jóvenes sublevados. Grecia, invierno 2008



A la juventud que combate.

A los colectivos e individuos cansados de la pantomima reformista y

conciliadora.

A los rebeldes que resisten la ofensiva del estado empresarial

mexicano y de las izquierdas cómplices.

A los oídos receptivos.



Aires de rebelión se han desatado en fechas recientes por las calles de las

grandes urbes de los territorios administrados por el E$tado mexicano. Los

vientos nuevos traen consigo, -revitalizadas- las practicas e ideas de la

rebelión, son soplos por ahora pasajeros que prevén la extensión de

nuestros anhelos, el arribo de los gélidos cataclismos revolucionarios.

Nosotros, quienes como muchos ansiamos la caída de la mega estructura,

hemos visto con ojos alegres a las bandadas de insurgentes que armados con

sus cuerpos, sus pasiones y su ingenio artesanal, han asediado la

estabilidad de los cimientos del modelo. Somos parte de ellos y de ellas, y

ahora nos toca defender nuestras ideas. Esta no es esta la primavera

mexicana, es el invierno subversivo, que aquí como en el resto el mundo,

joven, testarudo y encapuchado, ha llegado para quedarse.



Nos toca hablar.



No nos representa la CNTE, tampoco MORENA y su deschavetado líder, no nos

representan los grandes congresos del "movimiento social" donde los

oradores hablan de todos menos de la lucha real, no nos representa el 132,

ni las tribunas de estudiantes amaestrados. No reconocemos representantes,

no somos el partido que busca aglutinar el descontento bajo el manto de sus

consignas ("históricas", "incendiarias" o "innovadoras"), lo han dicho

otros compas, no somos de ningún partido, por qué ningún partido puede

encarar nuestra meta final. Somos hijos de las márgenes, lo que crecimos

entre comida enlatada y cancerígena, en casas asfixiantes y carentes, entre

publicidad saturada de imágenes y de mentiras, y rodeados de valores

opresivos y degradantes. Somos de los millones de las cifras escandalosas,

somos de los llamados "ninis", también de esos millones que estudian y no

encuentran trabajo, o que trabajan/estudian mientras se llenan los

bolsillos de migajas, frustraciones y rencores. A nosotros la "alta"

cultura no nos llega, nos crió la cultura de masas, a pesar de ello –hoy-

nuestros referentes son la solidaridad directa y la acción sin

intermediarios. Somos datos duros en las cifras, somos nombres pequeños en

la nota roja, somos esos que solo han empezado a existir cuando taparon su

rostro y escupieron su odio. Somos orgullos por reconocernos como la punta

de lanza de la nueva subversión planetaria No queremos saber ya nada de sus

enredadas estructuras, y nuestra guerra parte de violentar los valores que

sustentan sus laberintos simbólicos.



No haremos más análisis llenos de aburridos datos de por que el sistema nos

roba. No hay mucha necesidad en desentrañar la reforma educativa,

energética o de hacienda, no somos estadistas. El estado-gobierno es un

órgano de control, nacido por la necesidad de oprimir a los ya oprimidos;

todas sus reformas, todos sus cambios, sus mejoras o sus revoluciones, no

nos incuben, pertenecen a sus lógicas, inadmisibles para los que deseamos

un mundo sin tiranos. El estado-gobierno es parte fundamental de este

modelo de vida que genera las frustraciones, los odios, y las conciencias,

esas mismas, que apuntan (deberían apuntar) hacia su destrucción. Es el

modelo el que nos roba la vida, esta desnaturalizada vida en la que nos han

dicho que hacer, que no hacer, directa o indirectamente desde que nacemos.

Nosotros no podemos decidir a pesar de que la estructura se levanta sobre

nuestros hombros y gira a costa de nuestros brazos. El estado, el modo de

organización económica, y la sociedad que engendran estos, nos han dictado

todo, nos han planificado como morir. Han decidido todo, ahora no nos dirán

como o contra que revelarnos.



La revuelta necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos,

reflexiones y blasfemias, venenos, puñales e incendios. El único problema

interesante es cómo mezclarlos.

Ai Ferri Corti Panfleto insurreccionalista.



Partimos del decir no, no queremos ser ciudadanos con un rol establecido.

No queremos ser manifestantes, con una ruta delimitada (amigable y

testarudamente inofensiva). No queremos ser mercancías de carne y hueso que

viven para producir y consumir en un ciclo absurdo y criminal. Queremos

rebelarnos y en la rebelión negar su mundo y todas las artimañas que ocupa

este para readaptarnos; las lógicas de la negociación, la conciliación y la

asimilación. Buscamos confrontar todas las aristas de la dominación: la

nación, el machismo, la religión, toda esa mierda que quiere que seamos su

servidumbre. Apuntamos a que los impulsos de revuelta se extienda en

nuestras existencias y en las de otros. La revuelta no se cierra a los

momentos en los que escandalizamos y atrofiamos ciertos puntos de la

ciudad; cuando pintamos, gritamos, corremos, destruimos o intervenimos,

aunque la potencia lúdica, estética y creativa alcanza en estos hechos un

punto muy importante. La revuelta no solo es estridente, la revuelta está

en todo gesto o acto que niegue y trate de edificar una realidad diferente.

Nuestro llamado es a los y las compas a que extiendan la palabra y la

acción, la pelea no solo es factible entre grandes grupos de compañeros,

podemos desatar la revuelta directa en otros espacios, con pocos recursos,

con pocos compas, incluso solos. Para ello solo hace falta convicción y

cierta planeación. Recuperar nuestras vidas se vuelve una praxis cotidiana.

Como ejemplo, las recuperaciones (expoliciones, "robo") son una herramienta

que podemos usar, tanto en el sentido de autorrealización y para cubrir

necesidades propias, como también para distribuir los recuperado entre los

oprimidos y realizar así una acción de agitación. La revuelta también

necesita de palabras, ritmo, infraestructura y sabor.



El espectáculo a querido hacernos ver temibles, nosotros sabemos que

somos peores.

Mentenguerra Rapero de España.



Gente imbécil detrás de micrófonos y de plumas "públicas" trata de

difamarnos con adjetivos cuyos significados los muy idiotas desconocen:

vándalos, anarquistas, infiltrados, provocadores, violentistas. Somos

vándalos por que no reprimimos nuestros impulsos destructores, más que

necesarios para agrietar la maquinaria social. Solo con la violencia

rebelde (consciente) se rompe la ilusión de estabilidad que nos quiere

vender el sistema. ¡El antagonismo existe! ¡Los poderosos y sus esbirros no

son ni podrán ser nuestros iguales! ¡No merecen ningún respeto! Somos

anarquistas en el sentido de que desconocemos a sus autoridades y ponemos

nuestra confianza en las capacidades de las individualidades para

auto-organizarse (en nuestras propias capacidades), no nos digan que esto

no es imposible, en comunidades autóctonas de muchos rincones del mundo

(incluyendo México) hay practicas de autonomía y organización horizontal, y

en expresiones varias de rebeldes a lo largo de la historia, hemos visto

experiencias de organización (no perfectas, pero reales) entre hombres

libres e iguales. Somos infiltrados por que nos colamos en los espacios

donde podemos desenvolver nuestra practica subversiva, en estos puntos

buscamos reconocernos en las diferentes expresiones de inconformidad, aún

cuando estas manejen discursos asimilables para el sistema, ya que en estos

movimientos encontramos a compas que dejan o dejarán (después de conocer la

lucha callejera) atrás la miseria del reformismo para asumir una postura

revolucionaria, muchos de los nuestros pasaron por este proceso, y de ello

no nos avergonzamos. Ante esto hacemos un señalamiento, nacido de las

experiencias recientes. Habrá que ser inteligentes en este sentido,

nosotros no representamos ningún movimiento vertical, ni las siglas o los

postulados de organización de masas como los sindicatos, por lo que actuar

dentro de sus movilizaciones implica un alto riesgo, estos grupos ya han

actuado en contra de nuestros compas. ¿Por qué tener que ir a buscar a

nuestros afines a protestas plagadas de ciudadanos-policías? Mejor será

crear espacios en los que estos compas se nos sumen. No descartamos que

habrá momentos en los que valdrá la pena sumarnos a las movilizaciones

reformistas, como en escenarios de crisis, pero será mejor esperar a que

estás las generen ellos mismos (cosa probable) y no botar la primera piedra

nosotros, ya que en esos casos atentarían –como yo lo han hecho- contra los

nuestros. Y por todo lo dicho sí, somos provocadores, queremos provocar el

corto circuito de las relaciones sociales imperantes y difundir y extender

miles de cortos.



Nuestra lucha debe trabajar en su seguridad ¿Queremos volver a ser

encapsulados por miles de mierdas uniformadas? ¿Queremos tener que andar

viendo por la libertad de los compas después de cada protesta? Será

necesario tomar en serio nuestra actividad en lucha callejera, a lo largo

del planeta se han establecido pequeñas pero efectivas medidas de seguridad

para los compas que luchan. El camuflaje es parte imprescindible de nuestra

labor, es necesario tomarse enserio el uso de la capucha la cuál tiene que

estar herméticamente cerrada, el uso de ropa que evite la identificación de

la policía tiene que darse sobre todo el cuerpo, desde los zapatos (no

usarlos muy llamativos, o cubrirlos con medias, bolsas o cinta adhesiva)

hasta los ojos (utilizar gafas o capuchas que no los muestren), el uso de

prendas de ropa varias para despistar a los policías ha dado muy buenos

resultados, habrá que llevar más de una. En el sentido de la seguridad no

hay medidas de más, es preferible exagerar en la prevención, que luego,

tener que enfrentar juicios y tramites legales. En el internet existen

manuales varios, donde se dan recomendaciones precisas de cómo evitar la

represión policial en la calle, también en los sitios virtuales (aquí

valdría hacer un llamado a los compas para extremar la prudencia y no

delatar sus actividades a través de las redes sociales; etiquetarse en

fotos con capucha se ha vuelto medio de prueba para la represión policial).



Somos la famosa

parábola de Heráclito el Oscuro.

Somos el agua, no el diamante duro,

la que se pierde, no la que reposa.

Jorge Luis Borges



La fuerza de nuestra revuelta radica en que no somos un cuerpo sólido.

Somos miles de pequeñas hidras invisibles y resbaladizas. No pueden

cortarnos la cabeza porque no tenemos una, somos millones de cabezas en ida

y venida. La fuerza de nuestra lucha no crecerá por el robustecimiento de

estructuras sólidas, no se aumentará mientras más adeptos tengamos en

nuestras "filas", tenemos que desechar esa ilusión que puede ser muy

perjudicial para la subversión, no queremos que nuestros compas se suban a

nuestro barco, queremos miles de lanchas en muchas direcciones, que puedan

atacar, cuando así lo convengan, en conjunto. Nuestra fuerza crecerá en la

medida en que nuestros grupos, colectivos, núcleos, proyectos se vuelvan

más agresivos y conscientes. La informalidad nos ofrece además, seguridad,

ante eventuales golpes represivos. A diferencia de las estructuras

verticales que son erradicadas con un golpe a su estructura, las redes de

células pueden ser mermabas, pero siempre habrá quienes puedan continuar el

camino. La cuestión según vemos, es fortalecer nuestras trincheras, no

esperar a que otros (muchos) vengan a fortaleceremos.



Al buscar lo imposible el hombre siempre ha realizado y reconocido lo

posible. Y aquellos que sabiamente se han limitado a lo que creían

posible, jamás han dado un solo paso adelante

M. Bakunin



Antes de que los merolicos ciudadanos-mediatizados inicien con sentencias

absurdas que nos sabemos de memoria "si tanto odian al sistema por que usan

internet", "si tanto odian el sistema váyanse a cuba" "pónganse a trabajar

huevones sin quehacer" les recordamos que acatando las normas y reglas de

lo establecido nunca se ha llegado a nada. Nosotros tomamos posición,

entendiendo que estamos del lado minoritario y vulnerable. Nos levanta

nuestra dignidad y la belleza propia de nuestra ideas, que a diferencia de

las suyas (sus ideas), nosotros si tratamos de concretar en la acción.

Somos responsables de nuestra postura, nosotros no somos de los que hablan

de represión policial, somos conscientes de que nosotros tratamos con

desprecio a los líderes y a sus cobardes servidores, así que no esperemos

trato diferente de su parte. Tomamos posición en esta guerra a diferencia

de ustedes, que se ocultan detrás del manto democrático de la diversidad, y

el respeto a la pluralidad. Nosotros no queremos dialogar, ya estamos

hartos de eso, nuestra palabra la botamos al cielo, como botamos las

piedras y el fuego. A quien le toque le tocó. Estamos aquí porque nos

cansamos de ser víctimas.



Hacen falta más palabras, que defiendan la lucha callejera, que

reivindiquen la necesidad del conflicto, que narren la práctica que con

pasión y alegría venimos construyendo, las capuchas se siguen levantando,

vamos a ser más y mejores, para eso habrá que saber hablar y dialogar.

Invitamos a los compas a que sumen sus palabras. Los invitamos sobre todo a

que sean ingeniosos y activos. SOMOS MUCHOS, MÁS DE LOS QUE TODOS CREEN.



A usted buen –joven, señor- ciudadano que quiere saber quién es el

encapuchado, no pregunte quienes somos, los encapuchados nunca lo

revelaremos, nos importa una mierda su mundillo de rostros y de fama. Pero

fíjese en los chicos "normales" en la parada del camión, parece que esperan

el autobús de ruta, mire con atención al compañero callado del pupitre de

alado, a la chica cortes del escritorio de enfrente, al amable empleado del

restaurant.



Puede ser que donde antes solían recoger y descargar humanos-mercancía unos

muchachos levanten una barricada, que el pupitre y el escritorio sirvan

como su leña, o que usted sin saberlo (lejos de ahí) coma la sopa donde

nosotros escupimos.



El espectáculo ha muerto. No nos dejaron soñar, ahora no los dejaremos

dormir. Se acabó la paz. Ahora el mundo nos pertenece. Ni de izquierda ni

de derecha ¡Somos los de abajo y vamos por los de arriba!



¡Capuchas al grito de guerra!

¡Este 2 de octubre no prenderemos velas, prenderemos barricadas!



México, finales de Septiembre. Desde la cloaca de alguna urbe.



Coordinadora de las sombras



Posdata: Un fuerte abrazo para los y las hermanas de los bloques negros y

de las trincheras encapuchadas de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, EUA,

España, Inglaterra, Turquía, Egipto, Canadá, Indonesia, Rusia, Italia,

Ucrania, Francia y del resto del mundo. ¡Todos vándalos, todos

provocadores, todos irreductibles! Solidaridad con la resistencia de los

antifascistas y revolucionarios griegos ¡Pavlos Fyssas presente!





Otro,Noticias,http://noticiasdelarebelion.info/?p=1387,



"El individuo con la capucha en la cabeza no representa al pueblo, no

significa que un grupo de iluminados nos salvará. Jamás se escribirá sobre

"ellos" en los libros de historia. "Ellos" no son "ellos", ellos son

nosotros, sacando el instinto iracundo en contra de la razón del capital…."

Lienzo anónimo. Chile 2009



"No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos

peligrosos. No nos hacemos ilusiones que van a tomar todo esto en cuenta.

Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira. Adiós. Nos van a

ver desde sus sofás en sus televisiones. 'Historia ahí vamos. Mira arriba,

hacia el cielo'". "Nosotros destruimos la paz social que están construyendo

día y noche, lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se

callen […] No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad."

Jóvenes sublevados. Grecia, invierno 2008



A la juventud que combate.

A los colectivos e individuos cansados de la pantomima reformista y

conciliadora.

A los rebeldes que resisten la ofensiva del estado empresarial

mexicano y de las izquierdas cómplices.

A los oídos receptivos.



Aires de rebelión se han desatado en fechas recientes por las calles de las

grandes urbes de los territorios administrados por el E$tado mexicano. Los

vientos nuevos traen consigo, -revitalizadas- las practicas e ideas de la

rebelión, son soplos por ahora pasajeros que prevén la extensión de

nuestros anhelos, el arribo de los gélidos cataclismos revolucionarios.

Nosotros, quienes como muchos ansiamos la caída de la mega estructura,

hemos visto con ojos alegres a las bandadas de insurgentes que armados con

sus cuerpos, sus pasiones y su ingenio artesanal, han asediado la

estabilidad de los cimientos del modelo. Somos parte de ellos y de ellas, y

ahora nos toca defender nuestras ideas. Esta no es esta la primavera

mexicana, es el invierno subversivo, que aquí como en el resto el mundo,

joven, testarudo y encapuchado, ha llegado para quedarse.



Nos toca hablar.



No nos representa la CNTE, tampoco MORENA y su deschavetado líder, no nos

representan los grandes congresos del "movimiento social" donde los

oradores hablan de todos menos de la lucha real, no nos representa el 132,

ni las tribunas de estudiantes amaestrados. No reconocemos representantes,

no somos el partido que busca aglutinar el descontento bajo el manto de sus

consignas ("históricas", "incendiarias" o "innovadoras"), lo han dicho

otros compas, no somos de ningún partido, por qué ningún partido puede

encarar nuestra meta final. Somos hijos de las márgenes, lo que crecimos

entre comida enlatada y cancerígena, en casas asfixiantes y carentes, entre

publicidad saturada de imágenes y de mentiras, y rodeados de valores

opresivos y degradantes. Somos de los millones de las cifras escandalosas,

somos de los llamados "ninis", también de esos millones que estudian y no

encuentran trabajo, o que trabajan/estudian mientras se llenan los

bolsillos de migajas, frustraciones y rencores. A nosotros la "alta"

cultura no nos llega, nos crió la cultura de masas, a pesar de ello –hoy-

nuestros referentes son la solidaridad directa y la acción sin

intermediarios. Somos datos duros en las cifras, somos nombres pequeños en

la nota roja, somos esos que solo han empezado a existir cuando taparon su

rostro y escupieron su odio. Somos orgullos por reconocernos como la punta

de lanza de la nueva subversión planetaria No queremos saber ya nada de sus

enredadas estructuras, y nuestra guerra parte de violentar los valores que

sustentan sus laberintos simbólicos.



No haremos más análisis llenos de aburridos datos de por que el sistema nos

roba. No hay mucha necesidad en desentrañar la reforma educativa,

energética o de hacienda, no somos estadistas. El estado-gobierno es un

órgano de control, nacido por la necesidad de oprimir a los ya oprimidos;

todas sus reformas, todos sus cambios, sus mejoras o sus revoluciones, no

nos incuben, pertenecen a sus lógicas, inadmisibles para los que deseamos

un mundo sin tiranos. El estado-gobierno es parte fundamental de este

modelo de vida que genera las frustraciones, los odios, y las conciencias,

esas mismas, que apuntan (deberían apuntar) hacia su destrucción. Es el

modelo el que nos roba la vida, esta desnaturalizada vida en la que nos han

dicho que hacer, que no hacer, directa o indirectamente desde que nacemos.

Nosotros no podemos decidir a pesar de que la estructura se levanta sobre

nuestros hombros y gira a costa de nuestros brazos. El estado, el modo de

organización económica, y la sociedad que engendran estos, nos han dictado

todo, nos han planificado como morir. Han decidido todo, ahora no nos dirán

como o contra que revelarnos.



La revuelta necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos,

reflexiones y blasfemias, venenos, puñales e incendios. El único problema

interesante es cómo mezclarlos.

Ai Ferri Corti Panfleto insurreccionalista.



Partimos del decir no, no queremos ser ciudadanos con un rol establecido.

No queremos ser manifestantes, con una ruta delimitada (amigable y

testarudamente inofensiva). No queremos ser mercancías de carne y hueso que

viven para producir y consumir en un ciclo absurdo y criminal. Queremos

rebelarnos y en la rebelión negar su mundo y todas las artimañas que ocupa

este para readaptarnos; las lógicas de la negociación, la conciliación y la

asimilación. Buscamos confrontar todas las aristas de la dominación: la

nación, el machismo, la religión, toda esa mierda que quiere que seamos su

servidumbre. Apuntamos a que los impulsos de revuelta se extienda en

nuestras existencias y en las de otros. La revuelta no se cierra a los

momentos en los que escandalizamos y atrofiamos ciertos puntos de la

ciudad; cuando pintamos, gritamos, corremos, destruimos o intervenimos,

aunque la potencia lúdica, estética y creativa alcanza en estos hechos un

punto muy importante. La revuelta no solo es estridente, la revuelta está

en todo gesto o acto que niegue y trate de edificar una realidad diferente.

Nuestro llamado es a los y las compas a que extiendan la palabra y la

acción, la pelea no solo es factible entre grandes grupos de compañeros,

podemos desatar la revuelta directa en otros espacios, con pocos recursos,

con pocos compas, incluso solos. Para ello solo hace falta convicción y

cierta planeación. Recuperar nuestras vidas se vuelve una praxis cotidiana.

Como ejemplo, las recuperaciones (expoliciones, "robo") son una herramienta

que podemos usar, tanto en el sentido de autorrealización y para cubrir

necesidades propias, como también para distribuir los recuperado entre los

oprimidos y realizar así una acción de agitación. La revuelta también

necesita de palabras, ritmo, infraestructura y sabor.



El espectáculo a querido hacernos ver temibles, nosotros sabemos que

somos peores.

Mentenguerra Rapero de España.



Gente imbécil detrás de micrófonos y de plumas "públicas" trata de

difamarnos con adjetivos cuyos significados los muy idiotas desconocen:

vándalos, anarquistas, infiltrados, provocadores, violentistas. Somos

vándalos por que no reprimimos nuestros impulsos destructores, más que

necesarios para agrietar la maquinaria social. Solo con la violencia

rebelde (consciente) se rompe la ilusión de estabilidad que nos quiere

vender el sistema. ¡El antagonismo existe! ¡Los poderosos y sus esbirros no

son ni podrán ser nuestros iguales! ¡No merecen ningún respeto! Somos

anarquistas en el sentido de que desconocemos a sus autoridades y ponemos

nuestra confianza en las capacidades de las individualidades para

auto-organizarse (en nuestras propias capacidades), no nos digan que esto

no es imposible, en comunidades autóctonas de muchos rincones del mundo

(incluyendo México) hay practicas de autonomía y organización horizontal, y

en expresiones varias de rebeldes a lo largo de la historia, hemos visto

experiencias de organización (no perfectas, pero reales) entre hombres

libres e iguales. Somos infiltrados por que nos colamos en los espacios

donde podemos desenvolver nuestra practica subversiva, en estos puntos

buscamos reconocernos en las diferentes expresiones de inconformidad, aún

cuando estas manejen discursos asimilables para el sistema, ya que en estos

movimientos encontramos a compas que dejan o dejarán (después de conocer la

lucha callejera) atrás la miseria del reformismo para asumir una postura

revolucionaria, muchos de los nuestros pasaron por este proceso, y de ello

no nos avergonzamos. Ante esto hacemos un señalamiento, nacido de las

experiencias recientes. Habrá que ser inteligentes en este sentido,

nosotros no representamos ningún movimiento vertical, ni las siglas o los

postulados de organización de masas como los sindicatos, por lo que actuar

dentro de sus movilizaciones implica un alto riesgo, estos grupos ya han

actuado en contra de nuestros compas. ¿Por qué tener que ir a buscar a

nuestros afines a protestas plagadas de ciudadanos-policías? Mejor será

crear espacios en los que estos compas se nos sumen. No descartamos que

habrá momentos en los que valdrá la pena sumarnos a las movilizaciones

reformistas, como en escenarios de crisis, pero será mejor esperar a que

estás las generen ellos mismos (cosa probable) y no botar la primera piedra

nosotros, ya que en esos casos atentarían –como yo lo han hecho- contra los

nuestros. Y por todo lo dicho sí, somos provocadores, queremos provocar el

corto circuito de las relaciones sociales imperantes y difundir y extender

miles de cortos.



Nuestra lucha debe trabajar en su seguridad ¿Queremos volver a ser

encapsulados por miles de mierdas uniformadas? ¿Queremos tener que andar

viendo por la libertad de los compas después de cada protesta? Será

necesario tomar en serio nuestra actividad en lucha callejera, a lo largo

del planeta se han establecido pequeñas pero efectivas medidas de seguridad

para los compas que luchan. El camuflaje es parte imprescindible de nuestra

labor, es necesario tomarse enserio el uso de la capucha la cuál tiene que

estar herméticamente cerrada, el uso de ropa que evite la identificación de

la policía tiene que darse sobre todo el cuerpo, desde los zapatos (no

usarlos muy llamativos, o cubrirlos con medias, bolsas o cinta adhesiva)

hasta los ojos (utilizar gafas o capuchas que no los muestren), el uso de

prendas de ropa varias para despistar a los policías ha dado muy buenos

resultados, habrá que llevar más de una. En el sentido de la seguridad no

hay medidas de más, es preferible exagerar en la prevención, que luego,

tener que enfrentar juicios y tramites legales. En el internet existen

manuales varios, donde se dan recomendaciones precisas de cómo evitar la

represión policial en la calle, también en los sitios virtuales (aquí

valdría hacer un llamado a los compas para extremar la prudencia y no

delatar sus actividades a través de las redes sociales; etiquetarse en

fotos con capucha se ha vuelto medio de prueba para la represión policial).



Somos la famosa

parábola de Heráclito el Oscuro.

Somos el agua, no el diamante duro,

la que se pierde, no la que reposa.

Jorge Luis Borges



La fuerza de nuestra revuelta radica en que no somos un cuerpo sólido.

Somos miles de pequeñas hidras invisibles y resbaladizas. No pueden

cortarnos la cabeza porque no tenemos una, somos millones de cabezas en ida

y venida. La fuerza de nuestra lucha no crecerá por el robustecimiento de

estructuras sólidas, no se aumentará mientras más adeptos tengamos en

nuestras "filas", tenemos que desechar esa ilusión que puede ser muy

perjudicial para la subversión, no queremos que nuestros compas se suban a

nuestro barco, queremos miles de lanchas en muchas direcciones, que puedan

atacar, cuando así lo convengan, en conjunto. Nuestra fuerza crecerá en la

medida en que nuestros grupos, colectivos, núcleos, proyectos se vuelvan

más agresivos y conscientes. La informalidad nos ofrece además, seguridad,

ante eventuales golpes represivos. A diferencia de las estructuras

verticales que son erradicadas con un golpe a su estructura, las redes de

células pueden ser mermabas, pero siempre habrá quienes puedan continuar el

camino. La cuestión según vemos, es fortalecer nuestras trincheras, no

esperar a que otros (muchos) vengan a fortaleceremos.



Al buscar lo imposible el hombre siempre ha realizado y reconocido lo

posible. Y aquellos que sabiamente se han limitado a lo que creían

posible, jamás han dado un solo paso adelante

M. Bakunin



Antes de que los merolicos ciudadanos-mediatizados inicien con sentencias

absurdas que nos sabemos de memoria "si tanto odian al sistema por que usan

internet", "si tanto odian el sistema váyanse a cuba" "pónganse a trabajar

huevones sin quehacer" les recordamos que acatando las normas y reglas de

lo establecido nunca se ha llegado a nada. Nosotros tomamos posición,

entendiendo que estamos del lado minoritario y vulnerable. Nos levanta

nuestra dignidad y la belleza propia de nuestra ideas, que a diferencia de

las suyas (sus ideas), nosotros si tratamos de concretar en la acción.

Somos responsables de nuestra postura, nosotros no somos de los que hablan

de represión policial, somos conscientes de que nosotros tratamos con

desprecio a los líderes y a sus cobardes servidores, así que no esperemos

trato diferente de su parte. Tomamos posición en esta guerra a diferencia

de ustedes, que se ocultan detrás del manto democrático de la diversidad, y

el respeto a la pluralidad. Nosotros no queremos dialogar, ya estamos

hartos de eso, nuestra palabra la botamos al cielo, como botamos las

piedras y el fuego. A quien le toque le tocó. Estamos aquí porque nos

cansamos de ser víctimas.



Hacen falta más palabras, que defiendan la lucha callejera, que

reivindiquen la necesidad del conflicto, que narren la práctica que con

pasión y alegría venimos construyendo, las capuchas se siguen levantando,

vamos a ser más y mejores, para eso habrá que saber hablar y dialogar.

Invitamos a los compas a que sumen sus palabras. Los invitamos sobre todo a

que sean ingeniosos y activos. SOMOS MUCHOS, MÁS DE LOS QUE TODOS CREEN.



A usted buen –joven, señor- ciudadano que quiere saber quién es el

encapuchado, no pregunte quienes somos, los encapuchados nunca lo

revelaremos, nos importa una mierda su mundillo de rostros y de fama. Pero

fíjese en los chicos "normales" en la parada del camión, parece que esperan

el autobús de ruta, mire con atención al compañero callado del pupitre de

alado, a la chica cortes del escritorio de enfrente, al amable empleado del

restaurant.



Puede ser que donde antes solían recoger y descargar humanos-mercancía unos

muchachos levanten una barricada, que el pupitre y el escritorio sirvan

como su leña, o que usted sin saberlo (lejos de ahí) coma la sopa donde

nosotros escupimos.



El espectáculo ha muerto. No nos dejaron soñar, ahora no los dejaremos

dormir. Se acabó la paz. Ahora el mundo nos pertenece. Ni de izquierda ni

de derecha ¡Somos los de abajo y vamos por los de arriba!



¡Capuchas al grito de guerra!

¡Este 2 de octubre no prenderemos velas, prenderemos barricadas!



México, finales de Septiembre. Desde la cloaca de alguna urbe.



Coordinadora de las sombras



Posdata: Un fuerte abrazo para los y las hermanas de los bloques negros y

de las trincheras encapuchadas de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, EUA,

España, Inglaterra, Turquía, Egipto, Canadá, Indonesia, Rusia, Italia,

Ucrania, Francia y del resto del mundo. ¡Todos vándalos, todos

provocadores, todos irreductibles! Solidaridad con la resistencia de los

antifascistas y revolucionarios griegos ¡Pavlos Fyssas presente!





Blanco

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