Todo el país conoce el fuerte temperamento que caracteriza a Germán Vargas Lleras. Ha sido uno de los principales rasgos que han marcado su personalidad y que ha quedado en evidencia durante su trayectoria como congresista y ministro. Con su carácter se ha enfrentado a sus más duros contradictores para defender sus posiciones políticas.
Pero también Vargas Llerras se ha mostrado amable y cordial con la gente que durante la presente campaña ha asistido a sus concentraciones políticas en varios municipios del país.
Al ahora candidato, a donde va, lo reciben como una auténtica estrella tal como ha quedado en evidencia en muchos registros gráficos de la campaña. Se le ha visto encabezando caravanas con mototaxistas y hasta tomándose selfies con los seguidores.
Pero este miércoles, en su gira en Arauca, se produjo un episodio en el que el candidato a la vicepresidencia se salió de casillas. Vargas Lleras no se pudo contener cuando uno de los asistentes a un evento de campaña quiso interrumpirlo. Él respondía a una de las preguntas que más ha tenido que afrontar en su gira por los Llanos Orientales. El tema de las regalías.
-¿Porque nos robaron las regalías en Arauca?, le pregunta el hombre.
Vargas Lleras se voltea, se lleva la mano a la cabeza, en un gesto de molestia, guarda silencio por algunos segundos, como pensando la respuesta y luego mira a su interlocutor. “Vamos al tema de las regalías”.
“Lo dije en el Casanare y se los digo ahora. El plan de inversión que en materia de recursos del Estado va a llegar al Meta, Casanare y Arauca, supera con creces los recursos que se dejaron de percibir directamente…”
En ese momento el espontáneo lo interrumpe. Vargas elevó la voz y pidió que no lo increpara más. “No me interrumpa, déjeme le contesto... Esto no es un consejo comunal ni yo soy Álvaro Uribe, respéteme”.
Vargas Lleras siguió explicando la reforma a las regalías, pero el interlocutor le hizo otro reclamo:
-“Las casitas no se ven”.
- “Ahora a la salida voy y se las muestro”, le respondió Vargas Lleras quien pidió que no le saboteara la reunión. “Quién lo mandó acá”, le preguntó en un tono alto.
-“Soy un araucanao y merezco respeto”, le dijo hombre.
Pero a Vargas Lleras pareció colmarle la paciencia la nueva interrupción y se le salió un adjetivo para calificar a quien lo había incomodado en la reunión. “Con este gamín no se puede”.
El candidato siguió dirigiéndose al auditorio mientras su espontáneo interlocutor optó por salirse del recinto. Los aplausos de los asistentes se dividieron.
Posteriormente, Vargas acusaría al joven de ser un enviado del expresidente Uribe.
El saboteador de nuestra reunión ayer en Arauca, resultó ser un ahijado de Uribe! pic.twitter.com/S4LgWp8lNi
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) May 1, 2014 Fuente
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