- El gobierno federal ya realizó tres colocaciones de bonos para captar 8 mil 400 mdd
- La medida es una buena oportunidad para obtener recursos del exterior, apunta el centro
En todo el sexenio de Enrique Peña Nieto habrá un déficit permanente en las finanzas públicas y, por ende, mayor nivel de endeudamiento, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp). Recordó que sólo en los primeros cuatro meses de 2014 el gobierno federal ya hizo tres colocaciones de bonos globales en los mercados internacionales, para obtener 8 mil 400 millones de dólares.
Los criterios generales de política económica del gobierno federal para este año definen que los requerimientos financieros del sector público serían equivalentes a 4.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) y durante los siguientes años descenderá hasta representar 2.5 por ciento del PIB en 2019. No obstante, es importante señalar que estos porcentajes son acumulativos, de tal manera que es claro que la deuda se incrementará en lo que resta del sexenio, apuntó.
El organismo destacó que las autoridades de la Secretaría de Hacienda han aprovechado la coyuntura de México de tener una calificación crediticia elevada, relativa estabilidad macroeconómica y favorables expectativas de los mercados externos sobre los efectos de las reformas estructurales, al haber logrado la colocación de los tres bonos referidos.
Esto representa una buena oportunidad para obtener recursos del exterior. Aprovechar este entorno permitiría que los mercados internacionales fueran los proveedores de parte importante de los recursos financieros que requiere el sector público, sostuvo.
Acotó que aunque el endeudamiento externo es una opción que puede ser favorable, porque se requieren recursos para financiar programas gubernamentales, sostuvo que debe estar alineado con objetivos de crecimiento y empleo fijados desde el inicio del sexenio. Por ello recomendó administrar adecuadamente las fuentes de financiamiento.
El Ceesp agregó que la confianza de la que goza México entre inversionistas extranjeros no sólo beneficia al sector público, pues la favorable calificación crediticia ha abierto una ventana de oportunidad para empresas privadas. Mencionó por ejemplo que el banco BBVA colocó un bono por 750 millones de dólares a diez años, mientras la empresa Kimblerly-Clark de México hizo lo mismo con instrumentos de deuda por 250 millones de dólares en mercados internacionales, a una tasa fija de 3.80 por ciento, también por una década.
Advirtió que para mantener la confianza de los inversionistas internacionales en México es fundamental que la estabilidad macroeconómica sea permanente en todas sus variables, y la mejor manera de hacerlo es eliminando la rigidez fiscal, buscando que el gasto público se vaya ajustando a la baja y mejorar sustancialmente el esquema tributario.
El Ceesp señaló que aunque las autoridades prevén que el mayor nivel de endeudamiento provenga del mercado interno, esto puede resultar contraproducente para estimular la actividad productiva. Representa un riesgo, explicó, porque en el momento que el sector público obtuviese más dinero del mercado interno, los recursos disponibles para el sector privado, empresas y familias, se reducirían de manera importante, con un consecuente aumento de las tasas de interés, limitando la posibilidad del financiamiento y, por ende, de un estímulo de la actividad productiva del país y de una mayor generación de empleos y bienestar de las familias.
Así que con la oportunidad que tiene México de captar recursos del exterior, se disminuye la necesidad de recursos internos y reduce la presión de tasas de interés, lo que podría implicar mayores recursos para el financiamiento de empresas y personas, contribuyendo a fortalecer la posibilidad de lograr mayores tasas de crecimiento y empleo”, puntualizó en su análisis semanal.
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