Y por si fuera poco, de los 300 camiones que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) dispuso para atender esta emergencia de transporte, sólo 250 funcionan diariamente, pues el resto, es decir 50, se descomponen y se quedan varados sobre la avenida Tláhuac por falta de mantenimiento preventivo y correctivo.
Lo anterior agrava aún más la aglomeración de usuarios que a diario “luchan” para ganar un espacio en las unidades de la convulsionada RTP, cuya mayoría ya cumplió su ciclo de vida útil.
De acuerdo con Ruy López, usuario afectado, esta situación propicia violencia, ya que en algunos casos los pasajeros han protagonizado batallas campales para obtener no un asiento, sino un espacio en el camión.
Este tipo de acontecimientos, aseguró, se registran diariamente debido a la desorganización en el servicio de las unidades en la estación Atlalilco, dirección Tláhuac. “Los usuarios han acabado por entrar en batallas para poder obtener un asiento en los camiones. Este problema se ha convertido en una constante del día a día”, relató resignado.
A su consideración, la mala organización del personal de la Red de Transportes de Pasajeros y de otras dependencias del gobierno local propician esta problemática “porque los camiones van haciendo base de uno en uno y por ende quedan muchísimos disputándose los lugares”.
Y se quejó: Primero arriba un camión destinado para mujeres y niños y espera alrededor de 20 minutos, hasta que se llena, mientras que atrás esperan las otras unidades, pero sin dar servicio. Por lo anterior es que agarrar lugar en esa parte de la ciudad se ha vuelto muy complicado, es como desenvolverse en la jungla. Los encargados deberían buscar hacer más eficientes las cosas”.
Pese a esta situación, el gobierno del Distrito Federal no ha mejorado y sustituido los camiones, ya que de las mil 200 que conforman el parque vehicular de la Red de Transporte de Pasajeros, más de la mitad se encuentran en el taller sin recibir mantenimiento.
Por el momento, ya se hizo costumbre ver los camiones saturados porque a los pasajeros no les queda de otra más que abordar como pueden las unidades de RTP para llegar más o menos a tiempo a sus trabajos.
Algunos esperan hasta casi una hora para poder subir a un autobús que los lleve a la estación terminal provisional Atlalilco.
En esto cinco meses que lleva sin servicio el tramo Tláhuac-Atlalilco, el gobierno del Distrito Federal ha gastado 133 millones de pesos en el traslado, en camiones viejos de la convulsionada Red de Transportes de Pasajeros (RTP), de usuarios afectados.
Es decir, que la administración encabezada por Miguel Ángel Mancera Espinosa destina un millón de pesos diarios para atender la demanda de transporte de al menos 435 mil capitalinos que habitan en el sur-oriente de la capital.
Con información de Crónica
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